lunes, 7 de febrero de 2011

Nota segunda. "Rumbo al sur"



Rumbo al sur, rumbo al sur, hacia el sur, 180 grados, rumbo a África, la proa apunta hacia otro continente, ahora siente uno que si se aleja de casa, hacia lo desconocido, hacia lo inesperado, y es agradable.

 El Mediterraneo, ese mar cerrado que dicen que es una piscina quien no lo conoce, y traicionero,  mágico, lleno de cultura, aventurero, difícil, y poderoso quien le a visto alguna de sus caras, nos empuja hacia el sur. Bajamos a buena marcha y a vela. Horas, días con sus noches en contra del viento, en la bañera de Ulises, me hicieron creer en estos últimos  años que era algo personal, que era imposible encontrar la ruta en la que se conjuntara el viento a favor, con la ruta deseada, pero hoy es diferente, hoy es una delicia, hoy bajamos rumbo al sur a la vela y somos parte del mar, estamos juntos el la ruta, no en contra.

Tengo una pequeña y deliciosa duda, no se si aprovechar los vientos favorables y cruzar el estrecho sin parar o arribar a Ceuta y perder dos días en visitar la ciudad y sus alrededores, en compañía de Akun, que si decidió parar antes de saltar al Atlántico. Cabeza o corazón. La cabeza me habla y me dice cosas que me hacen ser conservador, ahora se puede cruzar el estrecho, mañana no lo sabes, aprovecha ahora que se puede, no arriesgues, tienes la oportunidad ahora, Me dice cosas lógicas y que a la vez me dan miedo y me hacen sentir, que en la vida hay que elegir, que hay que apostar por algo, que no se puede tener todo. Pero el corazón, el corazón es mas fuerte, es la llave de la puerta de la fantasía, que se hace realidad. Lo difícil del corazón es tener la fuerza suficiente para seguirlo, y para seguirlo si que tienes que aprovechar el momento, y hay que arriesgar, dejarte llevar y arrastrar por esa idea que llevas dentro y que notas que te arde, que notas que deseas y te cuesta realizar, esa es una buena sensacion, esa es la corazonada que necesito, esa es la que mas cuesta agarrar, y cuando mandas callar a tu cabeza y decides dejar quel corazón te inunde, lo tienes todo, te sientes el del cielo.

 El Ni Banu entra entre las columnas de Hércules, que custodia la bocana del puerto de Ceuta, ya estamos en África. Tan cerca de casa y en otro continente. Seguimos en España, pero todo a cambiado, otra cultura se mezcla con la nuestra, o es la nuestra la que se mezcla con la suya? creo que eso es la gran belleza de esta ciudad en la que se respira diversidad.
Es de noche y estamos cansados, pero mañana iremos con los del Akun a Marruecos. Nunca antes estuve en la África Árabe y tengo gran curiosidad. Cuando uno anda hacia los desconocido tiene miedo, por pequeño que sea el objetivo, se siente una pequeña preocupación y esa sensacion es la que aprovecho y saboreo para disfrutar el miedo. Es como en el cine de terror, siempre pienso en la cantidad de trabajadores que hay detrás de las cámaras en el momento en que filman las escenas mas terroríficas y me impide tener terror, pero siempre queda la fantasía del miedo, aunque sepas que no pasa nada. Pues en la vida real intento lo mismo, disfrutar de esa sensacion de miedo que te hace sentir vivo y  te ayuda a descubrir nuevos horizontes y a conocer tus limites. Mañana iré a Marruecos y hablare con sus gentes, veré sus ciudades, sus costumbres, comeré su cocina y saboreare su hostitalidad, que maravilla de futuro, pero mañana, hoy toca soñar.
Hemos llegado a un lugar imaginario. Después de casi morir en la carretera, en compañía de un taxista suicida que tiene demasiada prisa por llegar, para que así pueda llevar a otras víctimas y facturar mas, estamos en Chaouen. Un pequeño pueblo en el interior de Marruecos, donde pasaremos la noche. Nunca nadie pinto el mar tan bien en el interior de la tierra. Todo es azul, las casas son azules con las puertas, las ventanas, los tejados, sus pórticos, las calles son azules, con sus macetas, sus tiendas... Se mezclan todos los azules oscuros con los claros, con los añiles, con los violetas de una forma caótica y organizada en la que se unen en perfecto matrimonio con el grandioso cielo azul africano de Marruecos, como si siempre hubiese sido así. No es obra del hombre, es obra de la naturaleza que uso al hombre como instrumento para su creación. Paseando por sus calles oscilantes, con continuas subidas y bajadas, serpenteando por estrechas callejuelas, uno se siente embarcado en un mar de tierra firme, donde se puede ver, oler y sentir todas las sensaciones que entrega siempre el inmenso azul. Perdemos las horas de un día entero navegando por sus calles y decididos a tomar un te nos amarramos en la cafetería local de su plaza principal, donde la corriente continua de sus gentes nos embriagan y llenan de gozo. Todo huele a hachís, y unos músicos locales nos obsequian con sus cantos, que mezclados con el humo y las horas de navegacion , nos hacen soñar, cantar y reír, Que felicidad!!
Despierto a las 6 de la mañana y salgo a ver como se levanta la ciudad, pero llego algo tarde, casi todo ya esta en marcha. Pasamos el día perdidos por sus calles y descansamos un uno de sus restaurantes a comer y dormir un poco antes de regersar a Ceuta donde el Ni Banu y el Akun nos espera con sonrisa y paciencia.
Después de mirar el parte meteorológico, decido que mañana cruzaremos el estrecho. El pronostico no es favorable pero, pero miro al barco y le pregunto, que?, tu que harías?, " yo no decido nunca, yo solo se navegar.!!

martes, 1 de febrero de 2011

Nota primera. "Detras del pantalan"

Detrás del pantalan, detrás de las cornamusas, detrás de la popa, lo dejo todo. Delante de la proa, delante de la mar, delante en el horizonte lo tengo todo. Detrás dejo todo lo que quiero, todo lo que tengo, todo lo que me da seguridad, la familia, el amor, los amigos, el trabajo conocido, los lugares habituales, las comodidades, todas estas cosas quedan atrás y las cambio por las futuras nuevas amistades, por los lugares desconocidos y que siempre me llenaron de curiosidad, por trabajos inciertos que me dejen seguir para adelante, por nuevos amores encontrados en un instante inesperado, por la mas confortable de las incomodidades, sentirte en el centro de la naturaleza a su merced, sin posibilidad de salir y lleno de vida. Todo lo cambio por la mas maravillosa de las inseguridades, que te lo da todo, la fuerza para salir de los problemas, el temple, la serenidad de saber que es lo que tienes que hacer sin que tengas que analizar y la paciencia del camino largo, en el que un solo paso es parte muy importante de ese camino recorrido.
Me siento eufórico, nervioso, alegre, con dudas y el sonido de la sirena de la bocina de gas que hago sonar me despierta para ver los ojos de los amigos que en el pantalan se quedan sonriendo y hablándome mientras el barco se separa del muelle para no volver en mucho tiempo. Al pasar por la bocana vemos a nuestras chicas que nos esperan para seguir a nuestro lado hasta el último suspiro posible, hasta el último metro de tierra firme. Al pasar a su lado nos miramos con la complicidad del amante y sonreímos. Es muy emotivo, pero unos metros mas y ya estamos en el mar. Todo a terminado, es el fin de las despedidas, es el principio de todo, y comienza una larga canción con la música del mar, del
 
 
 
 
 
viento, de la estela que deja la traza por donde pasamos, de la noches y los días, de los soles y las lluvias, de los delfines, de la pesca, de olas y truenos, de risas y lloros, de la abundancia y de la escasez.
El barco es el más feliz y navega como nunca, a una toda vela de adolescente, con el brío del animal salvaje que encuentra la puerta abierta, con la presteza del preso liberado, sale como la bala alada de un cañón rumbo al sur. No hay quien lo pare y navega por instinto.
Que extraño es. Todo el esfuerzo, el trabajo realizado, los enfados por que no te atreves y quieres, no son para irte a navegar a uno u otro lugar, no son para sentirte libre en el mar y intentar encontrar ese algo que no sabemos que es y en el que siempre pienso, no son para hacer millas y millas sin tener que pensar en nada mas que en la navegación, son unica y exclusivamente para coseguir cruzar la bocana, para cortar las amarras, para agarrar la belleza de ese primer dia de viaje en el que por fin te atreviste y que sin el no es posible que empiece el camino, es el primer paso, el mas difícil.
Por conseguirlo haces y haces y nunca llega, pero tu sigues creyendo que llegara y no cedes. Es el que te hace sacrificarte en todo y te hace creer que merece la pena. Por ese dia lo darias todo, pero aun asi no llega. Siempre tenemos las mejores excusas para retrasarlo, y algunas son buenisimas, tanto que las comentas con tus amigos para ver si los convences de tus razones. Solo si se lo dices a alguien que ya rompio las amarras alguna vez y sabes mirar tras sus ojos te tiembla la voz y dudas de tus mentiras. Ves en su mirada la comprensión de tu momento y esa comprensión te sacude como una espada y te deja triste el alma, pero a la vez te
 
 
 
 
 
 
 
cobijas en esa comprensión de alguien que si las rompio y sigues pensando que si llegara y te quedas satifecho .
Es increíble la facilidad con que nuestras contradictorias metiras, nos hacen engañarnos a nosotros mismo. Justamente a esos a los que nunca nos tendriamos que mentir. A los que tendria que ser mas difícil mentir, es a los que nos es mas facil.
El unico secreto es hacerlo. Solo cuando ya las has cortado te das cuenta que era muy facil, que siempre habias podido hacerlo. Es un segundo y ya esta.
Ya estas afuera. Y en unos poco segundos mas ya no te acuerdas de los enfados, esfuerzos, fatigas y te vuelcas en tu nueva y fascinante situación. Necesitas todo tu tiempo para disfrutarlo y saborearlo, no puedes mirar atrás y ademas para que, si lo hicieras solo verias tus mentiras, asi que miras entusiasmado para adelante , hacia tu nuevo horizonte y fantaseas con un futuro inminente y arrollador que anelas y del que no puedes escarpar.
Rumbo al sur, rumbo al sur. El barco es libre y navega milla tras milla. El no se cansa, el siempre vigila. En una playa de Ibiza nos esperan unos amigos tambien de viaje, en un barco igual. Son nuestros vecinos de pantalan. El barco lo sabe y pone rumbo a ellos sin descanso ni preocupaciones, saltando y riendo entre olas, con su onda risa, con esa risa de señor mayor que te hace tenerle respeto de sabio, pero que ves que aun es un niño. Canta de alegria canciones inventadas, que me hablan del gozo de juntarse con su amigo y antiguo vecino de pantalan y con el que ahora
 
 
 
 
 
 
 
navegara rumbo al sur. Nos canta canciones de amor, de libertad de felicidad y de la belleza de una reunion no pactada pero imposible de evitar con su amigo.
Miro el barco y lo veo hermoso, renovado, pleno, es para lo que nacio. Te hicieron para las grandes travesias hace mas de dos decadas y por fin van a llegar. Que paciencia tan infinita as tenido, como sabes esperar. Quiero apreder de ti, enseñamelo todo, hablame!. Siento mariposas en el corazon, y lo escucho atentamente. "Tranquilo, queda mucho viaje para escuchar. Ya veras que solo tienes que mirar y veras, escuchar y oiras, sentir y sentiras, es facil, tranquilo."
El no usa el reloj, no lo quiere. Me dice que para que lo querria, si el viento tanpoco lo usa. Pero hoy parece tener prisa y navega suelto y desvocado hacia el sur.
Llega la noche. Marc, mi amigo y compañeros de viaje hasta el caribe, se siente muy confortable y me propone que me valla a descansar, el hara la primer guardia. Yo siento la fatiga fisica de las emociones acumuladas y acepto encantado su oferta. Bajo y me hecho sobre la cama de mi camarote. Que sensación de sonidos gentiles corriendo por el casco, que delicia de balanceos, que maravilla de cancion que te da la sensación de estar haciendo camino y me recojo en el arrullo del mar para dormir uno de los mejores sueño que jamas halla tenido en toda mi vida. Sueños de azul, de marinero, sueño de olas, de aldeas por descubir, sueños de viaje. "Descansa Javier, descansa, todo esta bien, mis velas estas trimadas y la escora es leve, voy cantanto con mi amigo el viento baladas de otoño, descansa Javier, se feliz".
 

 

 
 
 
Ya la veo!. Grita. Ya la veo! Y apunta con su nariz hacia la tenue luz de la linterna de su amigo que le señala el camino hacia el. Nos acercamos con paso lento. La noche se nos hecho encima y es mejor ir despacio. Ya nos oimos, que alegria, que encuentro. Tantos años esperado esta celebración. Tiramos el hierro y quedamos placidamente fondeados al costado del Akun. Hinchamos rapidamente el kayac y salimos remando. Amedio camino, oigo a los barcos hablarse y reir, noto una enorme dicha en el hanbiente.
Al juntarnos se nos escapan las risas y los abrazos. No puedo parar de hablar y aun asi no se decirlo todo. Noto que a los demas les pasa lo mismo, ya que sus ojos hablan mucho mas que sus bocas. Comida y bebida entre amigos para la gran celebración y Marc nos sorprende a todos dandonos la noticia de que tanbien estamos festejando su cumpleaños.
Es imposible perder el tiempo. Siempre se esta haciendo algo, aun cuando no hacemos nada, eso es lo que estamos haciendo, nada. Pero nada puede ser muy amplio y tener muchos puntos de vista diferentes para personas diferentes. Asi que al dia suiguiente, desde el punto de vista de la supuesta gente normal, con vidas normales, decidimos no hacer nada. Un nada lleno de cosa interesante. Botamos el auxiliar rijido del Akun y nos vamos de excursión por los alrededores de la isla de Es Vedra. Llegamos a la caleta de Atlantis, y nos ponemos a explorarlo todo. Que zona tan increíble, es una playa casi en vertical. Dicen que es un sitio magico, y no tradamos en descubrir una especie de templo pagamo. Bajamos dando grandes saltos la playa vertical, que divertido, parece que podemos volar. Embarcamos de nuevo y
 
 
 
 
vamos hacia Es Vedra, autentico centro energetico de la zona. Al llegar, nos disponemos a seguir no haciendo nada durante horas, en las que nos bañamos, buscamos tesoros de caracolas, miramos el mar, miramos las muchas cabras de la zona, que a su vez tambien nos observan con cautela, hablamos poco pero suficiente para escuchar todo. El atardecer se presenta ya, y es hora de volver. Todo un dia en el que la nada se convirtió en un conjunto de pequeñas experiencias que te ayudan a iluminar el faro de la libertad. Al meterme en mi camarote, antes de quedarme dormido el pergunto al barco, que as hecho todo el dia?, y me contesta con tres palabras, nada!, tranquilo!, esperando!.