Rumbo al sur, rumbo al sur, hacia el sur, 180 grados, rumbo a África, la proa apunta hacia otro continente, ahora siente uno que si se aleja de casa, hacia lo desconocido, hacia lo inesperado, y es agradable.
El Mediterraneo, ese mar cerrado que dicen que es una piscina quien no lo conoce, y traicionero, mágico, lleno de cultura, aventurero, difícil, y poderoso quien le a visto alguna de sus caras, nos empuja hacia el sur. Bajamos a buena marcha y a vela. Horas, días con sus noches en contra del viento, en la bañera de Ulises, me hicieron creer en estos últimos años que era algo personal, que era imposible encontrar la ruta en la que se conjuntara el viento a favor, con la ruta deseada, pero hoy es diferente, hoy es una delicia, hoy bajamos rumbo al sur a la vela y somos parte del mar, estamos juntos el la ruta, no en contra.
Tengo una pequeña y deliciosa duda, no se si aprovechar los vientos favorables y cruzar el estrecho sin parar o arribar a Ceuta y perder dos días en visitar la ciudad y sus alrededores, en compañía de Akun, que si decidió parar antes de saltar al Atlántico. Cabeza o corazón. La cabeza me habla y me dice cosas que me hacen ser conservador, ahora se puede cruzar el estrecho, mañana no lo sabes, aprovecha ahora que se puede, no arriesgues, tienes la oportunidad ahora, Me dice cosas lógicas y que a la vez me dan miedo y me hacen sentir, que en la vida hay que elegir, que hay que apostar por algo, que no se puede tener todo. Pero el corazón, el corazón es mas fuerte, es la llave de la puerta de la fantasía, que se hace realidad. Lo difícil del corazón es tener la fuerza suficiente para seguirlo, y para seguirlo si que tienes que aprovechar el momento, y hay que arriesgar, dejarte llevar y arrastrar por esa idea que llevas dentro y que notas que te arde, que notas que deseas y te cuesta realizar, esa es una buena sensacion, esa es la corazonada que necesito, esa es la que mas cuesta agarrar, y cuando mandas callar a tu cabeza y decides dejar quel corazón te inunde, lo tienes todo, te sientes el del cielo.
El Ni Banu entra entre las columnas de Hércules, que custodia la bocana del puerto de Ceuta, ya estamos en África. Tan cerca de casa y en otro continente. Seguimos en España, pero todo a cambiado, otra cultura se mezcla con la nuestra, o es la nuestra la que se mezcla con la suya? creo que eso es la gran belleza de esta ciudad en la que se respira diversidad.
Es de noche y estamos cansados, pero mañana iremos con los del Akun a Marruecos. Nunca antes estuve en la África Árabe y tengo gran curiosidad. Cuando uno anda hacia los desconocido tiene miedo, por pequeño que sea el objetivo, se siente una pequeña preocupación y esa sensacion es la que aprovecho y saboreo para disfrutar el miedo. Es como en el cine de terror, siempre pienso en la cantidad de trabajadores que hay detrás de las cámaras en el momento en que filman las escenas mas terroríficas y me impide tener terror, pero siempre queda la fantasía del miedo, aunque sepas que no pasa nada. Pues en la vida real intento lo mismo, disfrutar de esa sensacion de miedo que te hace sentir vivo y te ayuda a descubrir nuevos horizontes y a conocer tus limites. Mañana iré a Marruecos y hablare con sus gentes, veré sus ciudades, sus costumbres, comeré su cocina y saboreare su hostitalidad, que maravilla de futuro, pero mañana, hoy toca soñar.
Hemos llegado a un lugar imaginario. Después de casi morir en la carretera, en compañía de un taxista suicida que tiene demasiada prisa por llegar, para que así pueda llevar a otras víctimas y facturar mas, estamos en Chaouen. Un pequeño pueblo en el interior de Marruecos, donde pasaremos la noche. Nunca nadie pinto el mar tan bien en el interior de la tierra. Todo es azul, las casas son azules con las puertas, las ventanas, los tejados, sus pórticos, las calles son azules, con sus macetas, sus tiendas... Se mezclan todos los azules oscuros con los claros, con los añiles, con los violetas de una forma caótica y organizada en la que se unen en perfecto matrimonio con el grandioso cielo azul africano de Marruecos, como si siempre hubiese sido así. No es obra del hombre, es obra de la naturaleza que uso al hombre como instrumento para su creación. Paseando por sus calles oscilantes, con continuas subidas y bajadas, serpenteando por estrechas callejuelas, uno se siente embarcado en un mar de tierra firme, donde se puede ver, oler y sentir todas las sensaciones que entrega siempre el inmenso azul. Perdemos las horas de un día entero navegando por sus calles y decididos a tomar un te nos amarramos en la cafetería local de su plaza principal, donde la corriente continua de sus gentes nos embriagan y llenan de gozo. Todo huele a hachís, y unos músicos locales nos obsequian con sus cantos, que mezclados con el humo y las horas de navegacion , nos hacen soñar, cantar y reír, Que felicidad!!
Despierto a las 6 de la mañana y salgo a ver como se levanta la ciudad, pero llego algo tarde, casi todo ya esta en marcha. Pasamos el día perdidos por sus calles y descansamos un uno de sus restaurantes a comer y dormir un poco antes de regersar a Ceuta donde el Ni Banu y el Akun nos espera con sonrisa y paciencia.
Después de mirar el parte meteorológico, decido que mañana cruzaremos el estrecho. El pronostico no es favorable pero, pero miro al barco y le pregunto, que?, tu que harías?, " yo no decido nunca, yo solo se navegar.!!
Ole! Ole! Y Ole!
ResponderEliminarQue buenos recuerdos de viaje me devuelven estos relatos.
Tanto té, tanto té.
Un abrazote, que en breve nos vemos
Bruno
He sido un niño pequeño que, jugando en la playa, encontraba de tarde en tarde un guijarro más fino o una concha más bonita de lo normal. El océano de la verdad se extendía, inexplorado, delante de mi.
ResponderEliminarIsaac Newton (1642-1727) Matemático y físico británico.