jueves, 21 de abril de 2011

Cuarta nota "Océano"


Océano, quiero escribirte  frases bellas. Quiero decirte, que la luna está llena esta noche y pienso en nosotros, veo reflejada tu cara en ella y siento que estas dentro de mí. El viento sopa con fuerza y mi corazón tiene golpes directos de ti. Me siento lleno y libre, hoy no quiero nada indirecto todo es esencial, hoy todo es real, no tengo promesas, solo realidades.
Blanco, no hay nada más. Solo las estrellas es lo que veo brillar, no estas entre mis brazos pero yo te siento y no hay nada más. Las veo brillar y solo veo, que no hay nada más.
Vivo luchando por ti y mi vida está  llena de estiba, y el viento sopla con fuerza. La risa está presente en la noche blanca. Te siento esta noche y aunque no estás conmigo te toco en la esencia de la infinita presencia de la oscuridad.
El misterio es mi amigo y amo la luz del camino, amo este viaje al que me estoy llevando. Mi alma, mis huesos, mi ruta es la que yo elegí y no entiendo otra.
No puedo olvidar tu mirada y tengo la cabeza alta y mis lágrimas me dan la fuerza para seguir buscando todo, estoy lleno de todo, no te tengo pero te tengo. Que contradictorio, puedo llorar pero no me hace daño, puedo llorar y las lágrimas no me hacen mal.
Puedo sentirte en mi interior y no puedo controlar mi corazón. A las seis de la mañana no puedo controlar tu imagen en mi cara, llévame donde quieras adonde tú quieras. Estoy seguro a dejarme arrastrar, me siento en mi pasado, veinte años atrás.
No tengas piedad de mí, dámelo todo, hoy tengo tiempo, quiero sentirte frente a mí. Tengo tiempo para acordarme de ti lo quiero todo ahora. Y el viento sopla tan fuerte.
Mi sangre hierve como en primavera, pero es otoño y no lo es. Hierve mi sangre y  me siento en la calle más segura y ancha que jamás haya recorrido.
Donde están las dudas, donde estas las peleas, se las ha llevado todas el viento, solo quedan las realidades de lo bello de lo sagrado de lo vivido. Dame más millas, las rejas ya no existen en esta ciudad. El aburrimiento no está ni al principio ni al final, no hay ni infierno ni cielo, no hay muerte ni decepción, la aventura no es huir, no hay exilio, solo estas tú.
Pasan los días y no se ve el final, no quieres pensar, quizás sea eterno, quizás quiero mirar al cielo y morir aquí, no se ve el final.
En esta galería eterna que no acaba nunca, no quieres pensar, solo compartir el estallido de tu soledad.
Quieres formar las canciones con las notas urgentes del presente, de la fuerza que surge con la verdad que no te deja huir.
Mi mundo se acorta, pégate a mí. Pégate y sentiré lo que quiero más adentro. Mi destino es este, no lo maldigo, mi suerte es la que me hace vivir compartiendo nuestra soledad.
Soy las seis de la mañana otra vez y estoy decidido a dejarme arrastrar. La mañana me dice cosas que ya escuche por la noche de los días atrás y estoy dispuesto a dejarme arrastrar. Noches de sol, días de luna y te preguntas como y te respondes hasta cuándo. No quiero llegar.
“Ni Banu, mi compañeros de viaje”, no responde, silencio, pero lo siento, siento nuestro navegar.

2 comentarios:

  1. Que buenos sentimientos, baños de Sol y viento por la aleta...

    Disfruta!

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  2. "Para aprender a rezar no hay como viajar por mar."
    Proverbio inglés.

    He llorado y reido, he recordado momentos (breves), de nostalgia y melancolía. En cierta manera, mi corazón va contigo, amigo Javi. Has descubierto tu Dorado, has descubierto la vida.

    Que Dios sople buenos vientos en tu travesía!

    Saludos
    David

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